Autores misteriosos
En los evangelios gnósticos, casi todos los libros tienen el nombre de un personaje del Nuevo Testamento: el Evangelio de Felipe, el Evangelio de Pedro, el Evangelio de María, el Evangelio de Judas, y así sucesivamente. (Parece tomar lista en un colegio parroquial.) Éstos son los libros en los que se basan teorías de la conspiración como El Código Da Vinci. ¿Pero en realidad fueron escritos por sus supuestos autores?
Los evangelios gnósticos fueron escritos 110 a 300 años después de Cristo, y ningún académico digno de crédito cree que ninguno de ellos pueda haber sido escrito por su supuesto autor. En la exhaustiva “Biblioteca de Nag Hammadi” (The Nag Hammadi Library) de James M. Robinson, vemos que los evangelios gnósticos fueron escritos por “autores generalmente anónimos y no relacionados”. [12] El Dr. Darrell L. Bock, profesor de Estudios del Nuevo Testamento en el Dallas Theological Seminary, escribió:
El Dr. Darrel L. Bock, catedrático en estudios del Nuevo Testamento en el Seminario Teológico de Dallas, escribió:
La mayoría de este material está separado de los fundamentos de la fe cristiana por varias generaciones, un aspecto clave a tomar en cuenta al evaluar su contenido. [13]
El estudioso del Nuevo Testamento Norman Geisler comentó sobre dos escritos gnósticos, el Evangelio de Pedro y los Hechos de Juan. (Estos escritos gnósticos no deben confundirse con los libros del Nuevo Testamento escritos por Juan y Pedro):
Los escritos gnósticos no fueron escritos por los apóstoles, sino por hombres en el segundo siglo (y después) que trataron de usar la autoridad apostólica para promover sus propias enseñanzas. Ahora lo llamamos fraude y falsificación. [14]
Los evangelios gnósticos no son relatos históricos de la vida de Jesús sino mayormente dichos esotéricos, con un halo de misterio, que omiten detalles históricos como nombres, lugares y eventos. Esto es notablemente diferente a los Evangelios del Nuevo Testamento, que contienen innumerables hechos históricos sobre la vida, labor pastoral y palabras de Jesús.
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