Veredicto de los Eruditos
Pero ¿podría la iglesia primitiva haber destruido evidencia en su intento de reescribir la historia de Jesús? Por supuesto eso es lo que Jacobovici, Brown, y una multitud de otros sensacionalistas están diciendo. Pero ¿están de acuerdo los eruditos?
Un artículo de la revista Newsweek resumiendo las opiniones de los principales estudiosos, rotundamente afirma que la noción de que Jesús y María Magdalena estaban casados no tiene bases históricas.[2] Quizás los gnósticos sintieron que el Nuevo Testamento era un poco tímido en romance y decidieron darle un poco de sabor. Cualquiera que fuese la razón, estos aislados y oscuros versos escritos 100-200 años después de Cristo no son mucho para basar una teoría de conspiración en ellos. Interesante lectura quizás, pero definitivamente no historia.
Pero algunos permanecen sin convencerse. Quizás ellos solo quieren hacer la historia más interesante. El galardonado periodista de la televisión Frank Sesno preguntó a un panel de eruditos de historia sobre la fascinación que la gente tiene con las teorías de conspiración. El profesor Stanley Kutler de la Universidad de Wisconsin respondió, “Nosotros todos amamos los misterios—pero amamos más las conspiraciones.»[3]
Quizás todas las exageraciones sobre Jesús y María tienen que ver mas con antagonismos al cristianismo tratando de humanizar al hombre a quien los cristianos desde el puro comienzo han llamado “Dios”. (Para leer más sobre como los primeros cristianos vieron a Jesús ver “La Risa de Mona Lisa”). Por ejemplo, el apóstol Pablo dijo de Jesucristo:
«quien, siendo por naturaleza Dios, no trató de aferrarse al hecho de ser igual a Dios, sino que se vació de sí mismo y se redujo a la condición de un esclavo haciéndose igual a los hombres. (Filipenses 2:6-7a)
Juan, un testigo presencial, y uno de los discípulos más cercanos, dijo de él,
[do action=»send-comment-rev2″/]«En el principio la palabra ya existía. Él estaba con Dios, y él era Dios…. Él creó todo lo que hay…. entonces la Palabra se hizo humano y vivió aquí en la tierra entre nosotros. (Porciones de Juan 1:1-3,14)