Disparando al Canon
El Código Da Vinci también declara que Constantino suprimió todos los documentos sobre Jesús excepto aquellos encontrados en nuestro actual Nuevo Testamento canónico (reconocido por la iglesia como registros de testigos auténticos de los apóstoles). Además de las afirmaciones de que el Nuevo Testamento fue alterado por Constantino y los obispos para reinventar a Jesús, otro elemento clave de la conspiración del Código Da Vinci es que los cuatro evangelios del Nuevo Testamento fueron escogidos de un total de “más de 80 evangelios,” la mayoría de los cuales fueron supuestamente suprimidos por Constantino.5
Hay dos temas centrales aquí, y necesitamos abordar ambos. El primero es si Constantino altero o parcializo la selección de los libros del Nuevo Testamento o no. El segundo es si él prohibió o no documentos que debieron haber sido incluidos en la Biblia.
Con respecto al primer tema, cartas y documentos escritos por líderes de la iglesia del segundo siglo y herejes igualmente confirman el amplio uso de los libros del Nuevo Testamento. Casi 200 años antes de que Constantino convocara al Concilio de Nicea, el hereje Marcion enlistó 11 de los 27 libros del Nuevo Testamento como siendo los auténticos escritos de los apóstoles.
Y casi al mismo tiempo, otro hereje, Valentino, alude a una amplia variedad de temas y pasajes del Nuevo Testamento. Desde que estos dos herejes fueron opositores del liderazgo de la iglesia primitiva, ellos no estaban escribiendo solamente lo que los obispos querían. Sin embargo, como la iglesia primitiva, ellos seguían remitiendo a los mismos libros del Nuevo Testamento que leemos hoy.
Entonces, si el Nuevo Testamento estaba ya ampliamente en uso 200 años antes de Constantino y del Concilio de Nicea, ¿cómo podría el emperador haberlo inventado o alterado? Para aquel tiempo la iglesia estaba extendida y rodeada de cientos de miles sino millones de creyentes, todos los cuales estaban familiarizados con los relatos del Nuevo Testamento.
En su libro The Da Vinci Deception (El Engaño Da Vinci), un análisis del Código Da Vinci, el Dr. Erwin Lutzer observa,
“Constantino no decidió cuáles libros estarían en el canon; ciertamente, el tema del canon ni siquiera surgió en el Concilio de Nicea. Para aquel tiempo la iglesia primitiva estaba leyendo un canon de libros que habían determinado lo que era el Verbo de Dios doscientos años antes.”6
Aunque el canon oficial estaba a años de ser finalizado, el Nuevo Testamento de hoy fue estimado auténtico más de dos siglos antes de Nicea.